Hola amigos:
Muchos nos habéis preguntado qué agua para bebés es mejor.
Es conveniente utilizar agua embotellada u osmotizada porque podemos ver en su etiqueta la cantidad de minerales que lleva o en el caso de la ósmosis cerciorarnos de que se trata de un agua de mineralización débil.
Además según un estudio solicitado por la Asociación Española de Pediatría, 52 de 106 ciudades españolas, sobre todo de las zonas costeras, tienen agua potable con cifras de sodio superiores a 100 mg/l.
El agua para bebés embotellada, no necesita hervirse, puesto que está sometida a un proceso de desinfección y no contiene virus, bacterias ni protozoos. Con la ebullición, aumentará la concentración de minerales, por ejemplo el agua hervida durante 10 minutos a cielo abierto multiplica por 2,4 la concentración de nitratos, de modo que agua potable con 23 mg/l de nitratos (cifra inferior al valor máximo permitido) , al hervirla superaría los 50 mg/l (valor máximo tolerable).
Si utilizas agua potable la OMS recomienda hervir el agua durante 1 min (desde que empieza a hervir en la superficie) y añadir 1 min por cada 1.000 m por encima del nivel del mar.
El agua potable está sometida a un proceso de desinfección, mediante la cloración. Las condiciones normales de cloración reducen un 99,9 % el riesgo de infección por Escherichia coli, rotavirus, hepatitis A y poliovirus tipo 1. Sin embargo la dosis debe ser 150 veces superior para inactivar los quistes de Giardia lamblia y 7 millones de veces superior para inactivar los ooquistes de Cryptosporidium.
Para asegurar la ausencia de quistes y quistes, se necesitaría tratar el agua no solamente con un desinfectante (cloro, hipoclorito u ozono), sino con filtros capaces de retener partículas de tamaño inferior a 1 micra.
A partir de los 9-12 meses no es necesario hervir el agua para bebés, pues el niño gatea y atrapará todo tipo de gérmenes con sus manitas y se las llevará a la boca, en algún momento de descuido.
Pero no todas las aguas embotelladas son aptas para consumo infantil. Lo ideal es elegir agua de mineralización muy débil. En ellas, el residuo seco (minerales totales presentes) es menor de 50 mg/l.s. y es importante tener en cuenta los siguientes minerales:
- Sodio: Los lactantes tienen una capacidad disminuida de excreción de sodio por la orina debido a una menor velocidad de filtrado de la orina (filtración glomerular) y menor capacidad de transporte tubular (eliminación del sodio). Por tanto, hay que limitar el aporte de sodio hasta que aumente la capacidad de excreción de sodio.
- Flúor: Si su contenido es:
Mayor de 1 mg/l puede producir fluorosis dental si se toma de forma continuada durante los primeros años de vida
Entre 0,3 y 1 mg/l : el niño no debe tomar suplementos de flúor
Menor de 0,3 mg/l, riesgo de caries dental, el pediatra y/o el dentista decidirán si se le dan suplementos de flúor
- Nitratos: En la alimentación de los bebés no debe emplearse agua con más de 50 mg/l de nitratos por el riesgo de metahemoglobinemia.
- Calcio: El agua con concentración de Calcio entre 25 y 100 mg/l es una fuente no despreciable de aporte dietético de calcio y aporta entre el 8 y el 16 % de la ingesta adecuada diaria de calcio en la infancia. Por ello, en los niños y personas sin nefrolitiasis, el agua con concentración de calcio entre 50 y 150 mg/l puede suponer una fuente importante de aporte dietético de calcio, ya que supone entre el 8 y el 16 de los aportes adecuados recomendados diarios de calcio.
Mi truco para no equivocarme es fabricar yo mismo esa agua con una depuradora de ósmosis inversa.
Espero que estos datos, os ayuden como a mí, a elegir el agua más adecuada para vuestro bebé.
Un saludo,
Autor: Chema López para El Almacén del Agua